Encuentra el ritmo que va contigo.

Desde la alegría de la salsa hasta la pasión del tango, descubre todos los estilos que puedes aprender a bailar con nosotros.
Haz clic en tu ritmo favorito para saber más.

Ritmos Latinos: ¡Siente la energía latina!

 La salsa, la bachata, el merengue… son mucho más que bailes. Son una explosión de alegría, una forma de soltar el cuerpo y conectar con la música de una manera increíblemente divertida. Ideal si buscas una actividad social, enérgica y que te saque una sonrisa garantizada. Nuestras clases de ritmos latinos son famosas por su ambiente festivo y acogedor.

La SALSA: La explosión de sabor en la pista

¡Prepárate para la fiesta más grande del mundo! La Salsa no es solo un género musical,
es una «salsa» o «mezcla» de ritmos caribeños y latinos que se fusionaron para crear uno
de los bailes más populares y enérgicos del planeta. Su nombre lo dice todo: es picante,
adictiva y llena de sabor. Es el baile de la conexión, la improvisación y la pura alegría.

Historia: El crisol de la Fania en Nueva York


La Salsa nace en la década de 1960 en los barrios latinos de Nueva York. Su origen no
es una tradición ancestral, sino una explosión cultural. Los músicos puertorriqueños,
cubanos, dominicanos y de otros países de la diáspora se reunieron y fusionaron sus
ritmos de origen —como el Son cubano, el mambo, la rumba, la plena y la bomba
puertorriqueña, el merengue dominicano y el guaguancó— con toques de jazz y rock.


El término «Salsa» se popularizó en los años 70, en gran parte gracias a la icónica
disquera Fania Records, que firmó a las estrellas más grandes del género y las
promocionó bajo este nuevo nombre. Esta «mezcla» de ritmos se convirtió rápidamente
en la banda sonora de la vida urbana latina en Estados Unidos, y de ahí se extendió a
todo el mundo, evolucionando y adoptando diferentes estilos según la región.

. Musicalización: Percusión, metales y el alma de la clave
La música de la Salsa es rápida y llena de síncopa. Su ritmo es complejo y se siente
como una conversación entre todos los instrumentos. El pulso principal es marcado por
la clave, que es el corazón rítmico de la Salsa, un patrón que se repite y sobre el cual se
construyen todas las melodías y percusiones.
Los instrumentos clave de una orquesta de Salsa son:
. Percusión: La protagonista. Las congas (tumbadoras), los bongós y los
timbales crean una base rítmica explosiva.
. Piano y bajo: Son la base armónica, creando un tumbao (un patrón rítmico
repetitivo) que hace que el cuerpo se mueva de forma natural.
. Sección de metales: Trompetas y trombones que añaden melodías cortantes,
llenas de energía y dramatismo, especialmente en las secciones de mambo o
montuno.
. La clave: Un par de palos de madera que tocan el patrón rítmico que lo guía
todo. Es el pulso que el bailarín debe sentir para conectar con la música.

Técnica: Ritmo, vueltas y figuras de pareja
La Salsa es un baile de pareja que se basa en la improvisación y la conexión. Hay
diferentes estilos que han surgido en distintas partes del mundo, pero todos comparten
el mismo principio de ritmo y comunicación.
. Paso básico: Se baila sobre 8 tiempos, aunque solo se dan 6 pasos. La estructura
es «paso-paso-paso-pausa» y luego se repite. El paso se puede bailar «en el 1» (el
acento cae en el primer tiempo) o «en el 2» (el acento cae en el segundo tiempo),
lo que define el estilo.
. Movimiento de cadera: Las caderas se mueven de forma natural y fluida con
cada paso, dándole al baile su sabor inconfundible.
. Giros y figuras: A diferencia de la Bachata o el Merengue, la Salsa se
caracteriza por su gran variedad de figuras, giros complejos y pasos libres
(shines) en los que la pareja se suelta y cada bailarín improvisa su propio juego
de pies.
. Estilos:
Salsa en línea (Nueva York y L.A.): Se baila sobre una línea imaginaria
y se caracteriza por el cross-body lead y la gran cantidad de giros.
Salsa cubana (Casino): Se baila en círculo y es muy social y divertido,
con figuras que simulan nudos o «enlaces» que se tejen y se desatan.


Músicas y artistas esenciales para empezar

Para que te contagies del ritmo, te recomendamos estas canciones que son perfectas para empezar a bailar:


«Vivir Mi Vida» – Marc Anthony: Un himno moderno de la Salsa que te hace
sentir ganas de bailar desde la primera nota.
«La Vida Es Un Carnaval» – Celia Cruz: Un clásico atemporal, lleno de
energía positiva y sabor cubano.
«Llorarás» – Oscar D’León: Una de las canciones más icónicas de la Salsa,
con un ritmo contagioso y una instrumentación impecable.
«Rebelión» – Joe Arroyo: Una Salsa con influencias de Cumbia que cuenta una
historia profunda con un ritmo irresistible.

Orquestas y artistas clave

The Fania All-Stars: El supergrupo de Salsa que reunió a las mayores estrellas
de la época dorada del género, como Johnny Pacheco y Ray Barretto.
Héctor Lavoe: «El Cantante de los Cantantes». Su voz y su carisma definieron
una era.
Celia Cruz: «La Reina de la Salsa». Su voz inconfundible y su grito de
«¡Azúcar!» son legendarios.
Tito Puente: «El Rey del Timbal». Un maestro de la percusión que fue pionero
en la fusión del jazz con los ritmos latinos.
Marc Anthony: El artista más exitoso de la Salsa en el siglo XXI, con

Para que veas la increíble energía, la rapidez y la conexión de la Salsa, aquí tienes un
video que captura el baile en su forma más pura y social:


La BACHATA: El ritmo del sentimiento

¡Bienvenidos a un mundo de pasión, romance y sensualidad! La Bachata es un género
musical y un estilo de baile que ha conquistado el corazón de millones de personas en
todo el planeta. Nacida de la melancolía y el desamor, ha evolucionado de ser una
música marginal a un fenómeno global. Prepárense para sentir la Bachata en cada paso.

De «música de amargue» a fenómeno mundial


La Bachata se origina en la República Dominicana a principios de los años 60, en los
barrios y campos más humildes. Inicialmente, se le conoció como «música de amargue»
(música de amargura), debido a que sus letras hablaban de desamor, tristeza, nostalgia y
penas de la vida. A menudo, se tocaba en bares de poca reputación y se la consideraba
una música de clase baja. Por esta razón, fue despreciada por la élite y su difusión fue
limitada durante muchos años.


Sin embargo, a partir de la década de los 80, la Bachata comenzó a ganar popularidad.
Músicos como Juan Luis Guerra y Luis Vargas, entre otros, la llevaron a un público más
amplio. Pero el punto de inflexión fue en los años 90 y principios de los 2000, con la
llegada de grupos como Aventura, que fusionaron la bachata con el R&B y el pop,
dándole un sonido más moderno y urbano. Esto catapultó el género a la fama
internacional, convirtiéndolo en un pilar de la música latina.

Guitarra, percusión y un corazón que late


El sonido de la Bachata es inconfundible, dominado por el vibrante sonido de las
guitarras. A diferencia del Son, el ritmo de la Bachata es más lento y constante, lo que
facilita el baile sensual y fluido. La estructura rítmica se basa en 4 tiempos, con un paso
en cada tiempo y un golpe de cadera en el cuarto.


Los instrumentos clave de una orquesta de Bachata son:
Guitarras: El alma de la Bachata. La guitarra principal (el requinto) toca las
melodías y los arpegios característicos, mientras que la guitarra rítmica mantiene
el groove.
Bongós: Proporcionan la percusión principal, con un sonido que marca el pulso
y la energía.
Güira: Un instrumento de metal que se raspa con un peine. Su sonido es el
patrón rítmico más reconocible de la Bachata y es fundamental para mantener el
tiempo.
Bajo: Aporta la base rítmica y armónica, marcando el pulso y la fluidez del
baile.

El baile del «cuarto paso» y la conexión


El baile de la Bachata es conocido por su sensualidad y la cercanía de la pareja. Aunque
existen diferentes estilos (tradicional, moderno, sensual), el paso básico es el punto de
partida para todos. Se baila en un compás de 4 tiempos.
Paso básico: Se camina de lado en un patrón de tres pasos seguidos de un toque
o golpe de cadera en el cuarto tiempo. La cadera se mueve hacia el mismo lado
del pie que se toca.
Conexión: La pareja se mantiene en un abrazo más cercano que en el Son, con
el líder (tradicionalmente el hombre) guiando los movimientos de la seguidora
(tradicionalmente la mujer) a través del torso y la conexión del brazo.
Movimiento de cadera: El movimiento de cadera es lo que le da su
característico sabor sensual a la Bachata. En el cuarto tiempo, el peso se
transfiere al pie de toque, acentuando el movimiento.
Variaciones: Los estilos más modernos de Bachata han incorporado giros,
ondas corporales (o body rolls) y figuras de baile más complejas, pero el
principio de la conexión y el paso básico se mantiene en la mayoría de las
figuras.


Músicas y artistas esenciales para empezar

Para que te familiarices con los diferentes estilos de Bachata, te recomiendo estos
temas:
«Stand by Me» – Prince Royce: Una bachata moderna y pegadiza que mezcla
el género con pop en inglés. Perfecta para empezar.
«Darte un Beso» – Prince Royce: Un himno de la bachata moderna, romántico
y muy bailable.
«Corazón Sin Cara» – Prince Royce: Otro éxito del artista.
«Te Regalo» – Gaby Moreno y Ricardo Arjona: Un ritmo más tradicional.
«Bachata Rosa» – Juan Luis Guerra: Un clásico de la bachata que ayudó a
popularizar el género.
«Obsesión» – Aventura: La canción que hizo que la bachata explotara a nivel
mundial.

Orquestas y artistas clave

Juan Luis Guerra: Uno de los artistas más influyentes, que llevó la Bachata a
un público masivo y la dotó de una gran calidad musical.
Aventura: El grupo que modernizó el género en los años 2000 y lo llevó a la
cima de las listas de popularidad en el mundo.
Romeo Santos: El exvocalista de Aventura, conocido como «el Rey de la
Bachata». Su estilo sensual y sus letras poéticas lo han convertido en el artista
más importante del género.
Prince Royce: Otro de los líderes de la bachata moderna, con un estilo pop y
juvenil.
Luis Vargas y Antony Santos: Conocidos como «los padres» de la bachata, son
pilares de la bachata tradicional dominicana.

Para que veas cómo se baila la Bachata con estilo y conexión, aquí tienes un video que
captura la esencia de este baile:


El SON: El alma de Cuba en el baile

¡Bienvenidos a un viaje al corazón de la música y el baile cubano! Si alguna vez has
escuchado la contagiosa melodía de un grupo de soneros y has sentido unas ganas
irresistibles de moverte, estás a punto de descubrir por qué. El son cubano no es solo un
ritmo; es la columna vertebral de gran parte de la música latina moderna y una de las
expresiones más auténticas de la identidad caribeña.

El origen de una leyenda


El Son nace a finales del siglo XIX en la región oriental de Cuba, específicamente en la
provincia de Oriente, en ciudades como Santiago de Cuba. Su cuna son los campos, los
cafetales y las pequeñas comunidades rurales. ¿Qué lo hace tan especial? Es el resultado
de un mestizaje cultural fascinante: la fusión de la percusión africana (ritmos y
tambores) con las melodías y el lirismo de la guitarra española.
Se bailaba en los «changüís» o «guateques», fiestas populares donde la gente se reunía
para socializar y bailar. Desde el campo, el Son llegó a las ciudades y se popularizó
enormemente, evolucionando y absorbiendo influencias de otros géneros como el
bolero, la rumba y el danzón. En la década de 1920, el Son ya era el ritmo más popular
de la isla y su influencia se extendió por todo el mundo, sentando las bases de lo que
hoy conocemos como la salsa. Por esta razón, muchos lo consideran «el padre de la
salsa».

La estructura que invita al movimiento


La música del Son es inconfundible y fácil de reconocer. Se caracteriza por un tempo
medio que permite un baile elegante y cadencioso, ni muy rápido ni muy lento. El ritmo
es sincopado, es decir, el acento no siempre cae en el tiempo principal, lo que le da un
sabor único y un swing irresistible.
Los instrumentos clave de una orquesta de Son son:
Tres cubano: Un instrumento de cuerda similar a una guitarra pero con tres
pares de cuerdas. Su sonido es inconfundible y marca la melodía principal.
Bongós: Un pequeño par de tambores que marcan el ritmo con un toque agudo y
preciso.
Maracas y Güiro: Instrumentos de percusión que añaden textura y un groove
constante.
Clave: Un par de palos de madera que tocan un patrón rítmico fundamental. La
clave es el corazón de la música cubana; es el pulso sobre el que todo lo demás
se construye.
Contrabajo o bajo: Proporciona la base armónica.
Guitarra: Acompaña al Tres y a la voz del cantante.

El baile de la conexión y el sabor


El Son se baila en pareja y se distingue por su elegancia y su conexión. A diferencia de
otros bailes más enérgicos, el Son se enfoca en la fluidez y la musicalidad. El
movimiento es más en el sitio, con un paso básico que es la esencia de todo.
Paso básico: Se baila sobre el segundo tiempo de la música. Es un paso
adelante y atrás, con un ligero y sensual balanceo de caderas. Se hace una
pequeña pausa o «golpe» en el primer tiempo de cada compás. Es el famoso
«Son que se baila con un dos, tres… y cinco, seis, siete…».
Conexión: La pareja se mantiene unida en un abrazo abierto o cerrado,
comunicándose a través del cuerpo. La guía del líder (tradicionalmente el
hombre) es sutil y se siente en la conexión del torso, no solo en los brazos.
Elegancia: Los movimientos son suaves, controlados y fluidos. No hay giros
vertiginosos ni figuras acrobáticas. El enfoque está en el juego de pies, la
musicalidad y la expresión de la pareja.
El «son montuno»: En la segunda parte de la canción (el montuno), el ritmo se
intensifica y la pareja puede separar el agarre para hacer pasos y movimientos
libres, lo que se conoce como «el vacilón».


Músicas y artistas esenciales para empezar

Para que te empapes de la magia del Son, te recomiendo estas piezas que son clásicos absolutos:

«Chan Chan» – Buena Vista Social Club: Es probablemente la canción más
famosa de Son en el mundo. Su melodía es inolvidable.
«El Cuarto de Tula» – Buena Vista Social Club: Un son bailable y lleno de
energía que te hará mover los pies.
«Lágrimas Negras» – Bebo Valdés y Diego El Cigala: Una fusión de bolero y
son que te llega al alma.
«Son de la Loma» – Trío Matamoros: Un clásico histórico que representa la
esencia del Son tradicional.

Orquestas y artistas clave

Buena Vista Social Club: El grupo más influyente del renacimiento del Son a
nivel mundial en los años 90. Cuentan con leyendas como Compay Segundo,
Ibrahim Ferrer, y Eliades Ochoa.
Trío Matamoros: Considerados los padres del Son y el bolero. Su música es el
pilar de este género.
Septeto Nacional Ignacio Piñeiro: Otro de los pilares del Son tradicional. Su
música es pura esencia cubana.
Arsenio Rodríguez: Conocido como «el ciego maravilloso». Modernizó el Son
y le añadió el son montuno, incorporando la trompeta y creando un sonido más
orquestal.

Para que visualices la elegancia y la conexión de este baile, te dejamos un video que captura
la esencia del Son cubano, con pasos sencillos y mucha elegancia. Fíjate en la conexión
de la pareja y la suavidad de sus movimientos:


El MERENGUE: La fiesta de la República Dominicana

¡Prepárense para una explosión de energía y alegría! El Merengue es más que un baile;
es la representación musical de la fiesta, la celebración y la identidad de la República
Dominicana. Su ritmo rápido y su paso sencillo lo convierten en el baile perfecto para
cualquiera que quiera lanzarse a la pista sin complicaciones.

Del campo al símbolo nacional


El Merengue nació en la República Dominicana a mediados del siglo XIX. Hay varias
teorías sobre su origen, pero la más popular lo vincula a las zonas rurales y los campos
del Cibao. Originalmente, se tocaba con instrumentos como el acordeón, la güira y la
tambora, una percusión de doble cabeza.
Durante mucho tiempo, al igual que la Bachata, el Merengue fue considerado un ritmo
de la gente humilde y se bailaba en fiestas populares, pero no era aceptado por la alta
sociedad. Sin embargo, en la década de 1930, el dictador Rafael Leónidas Trujillo lo
adoptó como la música nacional para promover un sentido de identidad dominicana.
Esto le dio una legitimidad que no tenía y lo llevó a las emisoras de radio y a los salones
de baile de todo el país.
A partir de los años 70 y 80, el Merengue se modernizó con la incorporación de pianos,
bajos, saxofones y una sección de metales completa. Orquestas legendarias como la de
Wilfrido Vargas y Johnny Ventura lo llevaron a la fama internacional, convirtiéndolo en
un género bailable imprescindible en todo el mundo.

Ritmo, ritmo y más ritmo


La música del Merengue es una de las más rápidas y rítmicas de la música latina. Se
caracteriza por un compás de 2/4 o 4/4, lo que crea un ritmo muy directo y bailable,
ideal para la fiesta. No hay pausas ni síncopas complicadas; es un ritmo constante y
enérgico que invita al movimiento.
Los instrumentos clave de una orquesta de Merengue son:
Güira: Un instrumento de metal que se raspa con un peine. Su sonido es
inconfundible y marca el pulso principal del merengue.
Tambora: Un pequeño tambor de doble parche. Su sonido contundente es el
corazón de la percusión del merengue.
Acordeón: El instrumento melódico original del merengue.
Bajo y piano: Proporcionan la base armónica, creando un groove constante.
Sección de metales: Trompetas, saxofones y trombones que añaden melodías y
energía, especialmente en los arreglos modernos.

El paso de marcha y el giro constante


El baile del Merengue es directo y divertido. Es uno de los bailes más fáciles de
aprender para un principiante, ya que el paso básico es simple y repetitivo, y se puede
bailar en el mismo lugar.
Paso básico: Se baila con un movimiento de cadera de un lado a otro. El paso es
una especie de «marcha» en el sitio, moviendo un pie de un lado al otro mientras
se mantiene el ritmo. El peso del cuerpo se traslada de un pie al otro en cada
tiempo.
Movimiento de cadera: La cadera es la protagonista. El movimiento no es tan
sensual como en la Bachata, sino más bien enérgico y constante, como si
estuvieras marcando el paso con todo el cuerpo.
Conexión y giros: A pesar de su sencillez, el Merengue se baila en pareja con
una conexión cercana. El líder (tradicionalmente el hombre) guía a la seguidora
(tradicionalmente la mujer) en giros rápidos y simples. A diferencia de la salsa o
el son, las figuras son menos complejas y se enfocan en la diversión y el ritmo.


Músicas y artistas esenciales para empezar

Para que sientas el ritmo del Merengue, te recomendamos estos temas que son clásicos para cualquier fiesta:


«El Baile del Perrito» – Wilfrido Vargas: Un himno de la década de los 90,
alegre, pegadizo y perfecto para bailar.
«A Pedir su Mano» – Juan Luis Guerra y 4.40: Una canción con un ritmo más
elegante y un toque de sofisticación.
«Suavemente» – Elvis Crespo: Uno de los mayores éxitos de Merengue de
todos los tiempos. Un himno global con un ritmo imparable.
«Patacón Pisao» – Johnny Ventura: Un clásico histórico que muestra la
energía de la «época de oro» del Merengue.

Orquestas y artistas clave

Johnny Ventura: Conocido como «El Caballo Mayor», fue una de las figuras
más importantes en la evolución y popularización del Merengue.
Wilfrido Vargas: Uno de los grandes innovadores del Merengue, con un estilo
único que fusionó el género con toques de jazz y otros ritmos.
Juan Luis Guerra: Aunque es conocido por su versatilidad, sus merengues son
obras de arte musical, con letras poéticas y arreglos impecables.
Elvis Crespo: El artista que llevó el Merengue a la cima de las listas de
popularidad a nivel mundial a finales de los 90.

Para que veas cómo la simplicidad y la energía se unen en este baile, aquí tienes un
video que captura la esencia del Merengue:


La CUMBIA: La fiesta andina del río y el mar

¡Prepara tus caderas y tu corazón para un viaje sonoro que te llevará a las costas de
Colombia y a través de los Andes! La Cumbia es un ritmo que, al igual que los grandes
ríos de América, fluye desde su origen para fertilizar y enriquecer la música de todo un
continente. Es el sonido de la unión de tres culturas: la percusión africana, las melodías
indígenas y el lirismo español.

El crisol de las culturas en el baile


La Cumbia nace en las costas caribeñas de Colombia, principalmente en la región del
Río Grande de la Magdalena, en lugares como Ciénaga y San Basilio de Palenque,
durante la época de la Colonia. Su origen es una fascinante mezcla de las tres
principales culturas que forjaron la identidad latinoamericana:
Africana: Aporta la fuerza de la percusión, con los tambores (tambor alegre,
llamador y tambora) que marcan el pulso de la fiesta.
Indígena: Contribuye con las melodías y los instrumentos de viento, como las
gaitas y las flautas de millo, que le dan ese toque melancólico y místico.
Española: Añade la estructura de las coplas y los versos, así como la elegancia
del vestuario femenino (la falda larga) y la influencia de las velas que se usan en
el cortejo.
Inicialmente, la Cumbia era un baile ritual de cortejo, donde las mujeres con sus faldas
largas y velas en la mano, daban vueltas alrededor del hombre. Con el tiempo, el género
se expandió por toda Colombia y luego por el resto de América Latina, adaptándose y
fusionándose con los ritmos locales. Hoy en día, existen numerosos estilos de Cumbia
(mexicana, peruana, argentina, etc.), pero su esencia rítmica sigue siendo la misma.

Percusión, vientos y un ritmo hipnótico


El sonido de la Cumbia es hipnótico, con un tempo cadencioso que invita a un
movimiento más bien lento, sensual y de marcha. Se baila en un compás de 2/4 o 4/4,
con una base rítmica muy marcada por los tambores.
Los instrumentos clave de la Cumbia tradicional son:
Tambor alegre: La percusión principal.
Tambor llamador: Mantiene el ritmo.
Tambora: Un tambor grave que marca el pulso.
Gaitas o flautas de millo: Instrumentos de viento que llevan la melodía
principal.
Maracas y guaches: Instrumentos de percusión que añaden color y textura al
ritmo.
En la Cumbia moderna se añaden otros instrumentos como el acordeón (popularizado
por el vallenato), el bajo, el piano y una sección de vientos para darle un sonido más
orquestal.

El baile del cortejo y la elegancia


El baile de la Cumbia es elegante y sutil. Se baila en pareja, con una postura erguida y
pasos que simulan un arrastre o un deslizamiento, sin levantar los pies del piso. El
movimiento principal se concentra en el torso y la cadera, creando un balanceo natural y
sensual.
Paso básico: Se camina con una marcha suave en el mismo lugar o avanzando
en círculos. La mujer se mueve alrededor del hombre, simulando un cortejo. El
hombre permanece más erguido y marcando el paso.
Movimiento de cadera y torso: Es un movimiento circular o lateral que se
acentúa en cada paso. No es un movimiento brusco, sino un balanceo fluido que
sigue el ritmo de la música.
Roles de la pareja: El líder (tradicionalmente el hombre) es el encargado de
dirigir a la seguidora (tradicionalmente la mujer) en el círculo, pero la mujer es
la protagonista visual, con sus pasos, su falda y sus movimientos de cadera.


Músicas y artistas esenciales para empezar

Para que te sumerjas en la Cumbia, te recomendamos estos temas que representan diferentes épocas y estilos:
«La Pollera Colorá» – Wilson Choperena: Un himno de la Cumbia
colombiana, con un ritmo inconfundible y una letra que celebra la cultura.
«La Cumbia Cienaguera» – Alberto Pacheco: Un clásico de la Cumbia
tradicional, que captura la esencia de sus orígenes en el caribe colombiano.
«Colegiala» – Rodolfo y Su Típica RA7: Un tema que popularizó la Cumbia en
toda América Latina en la década de 1980.
«Cómo te voy a olvidar» – Los Ángeles Azules: Un éxito de la cumbia
mexicana que ha trascendido fronteras y generaciones.

Orquestas y artistas clave

Los Gaiteros de San Jacinto: Considerados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, son los guardianes de la Cumbia tradicional y auténtica.
Lucho Bermúdez: Uno de los maestros que llevó la Cumbia a los salones de
baile, modernizando su sonido sin perder su esencia.
Joe Arroyo: Un ícono de la música tropical. Aunque su estilo es una fusión, sus
canciones con elementos de Cumbia son legendarias.
Carlos Vives, y Shakira: Artistas modernos que han incorporado la
Cumbia en sus trabajos, mostrándole a las nuevas generaciones un género
musical con gran riqueza.

Para que veas la elegancia, la conexión y la historia que se esconde detrás de la Cumbia,
aquí tienes un video que captura la esencia del baile tradicional:


El CHA-CHA-CHA: El juego de la seducción en tres pasos

¡Bienvenidos al ritmo más juguetón y elegante del Caribe! El Cha-Cha-Cha es la
personificación del coqueteo en la pista de baile. Con su distintivo y pegadizo «cha-cha
cha», este baile cubano es una mezcla perfecta de ritmo vivaz, pasos gráciles y una
sensualidad moderada que lo hace accesible y fascinante a la vez. Es el eslabón entre la
elegancia del mambo y la sencillez de los ritmos más modernos.

La evolución del Mambo en un ritmo más bailable


El Cha-Cha-Cha nace en La Habana, Cuba, a principios de la década de 1950. Fue una
creación del violinista y compositor Enrique Jorrín, quien buscaba una solución para
un problema muy común en la época: el Mambo era tan rápido y complejo que muchos
bailarines de salón lo encontraban difícil de seguir.
Jorrín observó que los bailarines, en un intento de adaptarse a las síncopas del Danzón
Mambo, daban un paso triple o un «arrastre» de los pies. Inspirado por este sonido,
Jorrín simplificó la música para que el paso del bailarín coincidiera con la percusión.
Así, el nuevo género se bautizó con el onomatopéyico sonido de los pies al rozar la
pista: Cha-Cha-Cha. Rápidamente se popularizó en los salones de baile cubanos y
luego en todo el mundo, convirtiéndose en un estándar del baile de salón internacional y
un clásico de la música latina.

La música del Cha-Cha-Cha tiene un tempo moderado, que lo hace mucho más
accesible que el Mambo. Se baila en un compás de 4/4, con un ritmo distintivo que se
enfatiza en el «2-3-4-1» del paso de baile.
Los instrumentos clave que le dan su sonido característico son los de una orquesta
cubana clásica:
El Güiro: Un instrumento de percusión de madera que se raspa. Su sonido
constante marca el ritmo y es fundamental para los bailarines.
Maracas y Clave: Aportan la base rítmica y el pulso.
Piano y Bajo: Crean un tumbao (patrón rítmico) que es la base armónica de la
canción.
Metales: La sección de trompetas y trombones es crucial para la melodía y para
darle ese toque enérgico y brillante.
El sonido del Cha-Cha-Cha es alegre, con una melodía clara y una percusión limpia. Es
un ritmo que, al igual que el Mambo, tiene una energía ascendente, pero a un ritmo más
manejable.

El paso triple y el juego de caderas
El baile del Cha-Cha-Cha es famoso por su característico paso triple o chassé. Es un
baile en pareja con un movimiento de cadera más sutil y una postura erguida y elegante.
Paso básico: Se baila sobre 4 tiempos, con una cuenta de «dos-tres-cuatro y
uno» o «uno-dos-tres, cha-cha-cha». El «cha-cha-cha» es el famoso paso triple
que se da en los últimos tres tiempos del compás. Este paso puede ser lateral,
hacia adelante o hacia atrás, y es la clave del baile.
Movimiento de cadera: El movimiento de cadera es sensual y se logra de forma
natural a través de los cambios de peso. Se enfatiza en cada paso, dándole al
baile su distintivo sabor.
Giros y Figuras: El Cha-Cha-Cha se presta para figuras de pareja elegantes y
coquetas. A menudo, el líder (tradicionalmente el hombre) guía a la seguidora
(tradicionalmente la mujer) en giros, manteniendo una conexión fluida y
constante. La comunicación entre la pareja es clave, pues el baile se siente como
una conversación.


Músicas y artistas esenciales para empezar

Para que te contagies del ritmo, te recomendamos estas piezas que son clásicos de la pista:
«Oye Como Va» – Tito Puente: Aunque es un Mambo con un Cha-Cha-Cha en
el medio, su ritmo y su letra son perfectos para sentir el groove y la transición
entre géneros.
«El Bodeguero» – Richard Egües y Orquesta Aragón: Un clásico de la época
de oro que te hace sentir en un salón de baile cubano.
«Guantanamera» – Celia Cruz y Tito Puente: Un himno universal que a
menudo se baila en ritmo de Cha-Cha-Cha.
 «Cha Cha Cha» – Aventura: Una versión moderna que muestra la influencia
del género en la música actual.

Orquestas y artistas clave

Enrique Jorrín: El creador del Cha-Cha-Cha. Su orquesta es el origen del
género y sus composiciones son la base de todo lo que vino después.
Orquesta Aragón: Una de las orquestas más emblemáticas de Cuba, que
popularizó el Cha-Cha-Cha y el Danzón con su sonido inconfundible.
Tito Puente: «El Rey del Timbal». A pesar de su fama con el Mambo, sus
arreglos de Cha-Cha-Cha son legendarios y ayudaron a llevar el ritmo a la cima de la popularidad en Estados Unidos.
Benny Moré: Aunque es conocido por su versatilidad, sus interpretaciones de
Cha-Cha-Cha son una muestra de su talento y carisma.

Para que aprecies la elegancia, la fluidez y el ritmo único del Cha-Cha-Cha, aquí tienes
un video que captura su esencia en la pista de baile:


Bailes de Salón: El encanto de lo clásico.

Pasodoble, vals, foxtrot… Los bailes de salón son la base de todo bailarín social. Aprenderás a moverte con elegancia y seguridad en cualquier fiesta, boda o evento. Son perfectos para mejorar la coordinación, la memoria y disfrutar de una afición que nunca pasa de moda. Si quieres sentirte como en una película, las clases de bailes de salón son tu mejor opción.


El VALS INGLÉS: La elegancia de un sueño en tres tiempos

¡Bienvenidos a un mundo de ensueño y romanticismo! El Vals Inglés es la
personificación del baile de salón. Suave, fluido y extraordinariamente elegante, este
vals no se trata de velocidad o giros vertiginosos, sino de un movimiento que parece
deslizarse sin esfuerzo por el salón. Si alguna vez has soñado con un baile de cuento de
hadas, el Vals Inglés es el que tienes en mente.

La búsqueda de la elegancia controlada


El Vals Inglés es una evolución directa de su primo, el Vals Vienés. Mientras que el
Vals Vienés, que se popularizó en la Viena del siglo XIX, es un baile rápido y giratorio,
el Vals Inglés se desarrolló a principios del siglo XX en Inglaterra. Los bailarines y
coreógrafos buscaban una versión más controlada y elegante del vals que se adaptara
mejor a los espacios reducidos de los salones de baile modernos.
El resultado fue el Vals Inglés (también conocido como Vals Lento o Vals de Salón). Su
principal innovación fue la incorporación de un movimiento de «subida y bajada»
(Rise and Fall), que le da al baile su característico movimiento pendular. En lugar de
una rotación constante, este vals se enfocó en la fluidez, la postura impecable y la
expresión a través del movimiento suave, convirtiéndose en el estándar de oro de los
bailes de salón a nivel mundial.

Romance en compás de 3/4


La música del Vals Inglés es exquisita, melódica y fácil de reconocer. Se caracteriza por
su compás de 3/4, con un tempo lento y un énfasis claro en el primer tiempo. La cuenta
del Vals es «uno-dos-tres, uno-dos-tres…», y se siente como un latido lento y romántico.
Los instrumentos principales que le dan su sonido característico son los de una orquesta
sinfónica:
Cuerdas (Violines y Cellos): La melodía del vals a menudo es interpretada por
una orquesta de cuerdas, que le da su sonido dulce y romántico.
Piano: El piano proporciona la armonía y a menudo marca el primer tiempo con
un acorde claro.
Orquesta: Una orquesta completa, que puede incluir vientos y percusión ligera,
crea la atmósfera grandiosa que es sinónimo del Vals.

Subir, bajar y deslizarse por el salón


El baile del Vals Inglés es una clase magistral de elegancia y control. Se baila en una
posición de abrazo de salón, con una conexión firme entre la pareja que permite una
comunicación fluida.
El «Rise and Fall»: Este es el movimiento que define al Vals Inglés. El bailarín
sube lentamente sobre la punta de sus pies en el primer tiempo, alcanza su punto
más alto en el segundo y baja en el tercer tiempo. Este movimiento crea un
efecto de oleaje que le da al baile su gracia y suavidad.
El paso básico (Box Step): El paso fundamental del Vals Inglés es el «paso de
caja» o Box Step. Es una secuencia de seis pasos que forma un cuadrado
imaginario en el suelo. Este paso, combinado con la rotación de la pareja, es la
base de todas las figuras del Vals.
Postura y conexión: La postura es clave. Los bailarines deben mantener una
postura erguida, con la espalda recta y el torso conectado. La guía y la
comunicación ocurren a través del marco de los brazos y el contacto del cuerpo,
lo que le da al baile su fluidez.


Músicas y artistas esenciales para empezar

Para que te sumerjas en la atmósfera de este baile, te recomendamos estas piezas, perfectas para practicar:


«Moon River» – Audrey Hepburn (o una versión orquestal): Un clásico
atemporal con un ritmo perfecto para el Vals.
«Come Away With Me» – Norah Jones: Una pieza moderna con un tempo de
vals que es muy popular para practicar.
«Fascination» – Nat King Cole: Un vals romántico que captura la esencia del
baile de salón.
«Hacia el Bosque del Amor» – Johann Strauss II: Un ejemplo de música de
vals clásico que funciona perfectamente para el Vals Inglés.

Orquestas y artistas clave

Johann Strauss II: Conocido como «el Rey del Vals», aunque su música es más
rápida (Vals Vienés), muchas de sus composiciones han sido adaptadas al tempo del Vals Inglés.
André Rieu y su Orquesta Johann Strauss: Son los embajadores modernos de
la música de vals. Sus interpretaciones son perfectas para sentir la grandiosidad del género.
Orquestas de baile de salón: Hoy en día, muchas orquestas se especializan en
música para bailes de salón, creando piezas modernas en el tempo y estilo del
Vals Inglés.

Para que veas la gracia, la fluidez y la elegancia que definen al Vals Inglés, aquí tienes
un video que captura el «Rise and Fall» y la belleza del baile:


El VALS VIENÉS: La joya de la corona del baile de salón

¡Prepárate para un viaje en el tiempo a la fastuosidad del Imperio Austrohúngaro! El
Vals Vienés es un torbellino de gracia, elegancia y romance. Con su ritmo rápido y su
constante rotación, es uno de los bailes más emocionantes y grandiosos que existen. Es
la esencia de un baile de gala, una danza que te hace sentir como la realeza en la pista.

Del escándalo social a la cúspide de la realeza


El Vals Vienés nace en Viena, Austria, a finales del siglo XVIII. A diferencia del Vals
Inglés que evolucionó para ser más lento, el Vals Vienés fue una revolución en sí
mismo. Su ritmo rápido y, lo más importante, la forma en que el hombre y la mujer se
abrazaban de forma tan cercana para rotar juntos, se consideró escandaloso y
pecaminoso en su momento. La sociedad de la época estaba acostumbrada a bailes más
formales y separados, como la minué.

Sin embargo, su energía, libertad y alegría eran irresistibles. El vals se popularizó
rápidamente en los salones de baile de Viena y pronto se convirtió en la música y el
baile de la realeza, la aristocracia y la alta sociedad en toda Europa. Músicos como la
familia Strauss lo elevaron a una forma de arte, componiendo piezas inmortales que
hoy en día son sinónimo de este baile. El Vals Vienés es, sin duda, uno de los bailes con
la historia más rica y un legado que perdura en las fiestas de gala y en los bailes de
graduación de todo el mundo.

Ritmo de carrusel en 3/4


La música del Vals Vienés se caracteriza por su ritmo vertiginoso en 3/4. Es mucho
más rápido que el Vals Inglés, con una sensación de movimiento perpetuo y
aceleración. La cuenta «uno-dos-tres» se siente como un galope en lugar de una marcha,
con un énfasis fuerte en el primer tiempo.
Los instrumentos principales que le dan su sonido majestuoso son los de una orquesta
sinfónica completa:
Cuerdas (Violines): La sección de violines es la protagonista, llevando las
melodías icónicas con una fluidez y velocidad impresionantes.
Vientos y metales: A menudo tocan fanfarrias y contramelodías que le dan a la
música un sentido de triunfo y grandeza.
Percusión ligera: Platillos y tambores que acentúan la fuerza del ritmo.

El torbellino de la pareja


El baile del Vals Vienés es una clase magistral de balance, control y elegancia a alta
velocidad. Se baila en una posición de abrazo de salón, con una conexión firme entre la
pareja que permite una comunicación fluida.
Rotación constante: El elemento más distintivo del Vals Vienés es la rotación
continua en el salón. La pareja se mueve en sentido de las agujas del reloj (giro
a la derecha) y luego en sentido contrario (giro a la izquierda). El reto es
mantener el balance y el control mientras se baila a alta velocidad.
Paso básico: A diferencia del Vals Inglés, el Vals Vienés no utiliza el paso de
caja (Box Step). El paso básico es un simple movimiento de «paso-paso-paso»
que se combina con la rotación. El baile se enfoca en el movimiento del cuerpo
completo, no solo en los pies.
Postura y conexión: La postura es clave. Los bailarines deben mantener una
posición erguida y estable. La guía y la comunicación ocurren a través del marco
de los brazos y el contacto del cuerpo, lo que le da al baile su fluidez.


Músicas y artistas esenciales para empezar

Para que te sumerjas en la atmósfera de este baile, te recomendamos estas piezas, perfectas para practicar:
«El Danubio Azul» – Johann Strauss II: Es, sin duda, el vals más famoso del
mundo. Su melodía es inolvidable y su ritmo es la esencia del Vals Vienés.
«Vals del Emperador» – Johann Strauss II: Una pieza grandiosa y majestuosa
que te hace sentir en un verdadero baile de gala.
«Cuentos de los Bosques de Viena» – Johann Strauss II: Un vals que evoca
imágenes de la naturaleza y la belleza de Viena.
«Vals de las Flores» – Tchaikovsky: Una pieza de ballet clásica que se baila
como un Vals Vienés.

Orquestas y artistas clave

Familia Strauss: La dinastía musical de los valses. Johann Strauss II, «el Rey
del Vals», es el compositor más importante del género, pero sus hermanos Josef y Eduard también hicieron grandes contribuciones.
André Rieu y su Orquesta Johann Strauss: Son los embajadores modernos de
la música de vals. Sus conciertos son perfectos para sentir la grandiosidad del
género.
Filarmónica de Viena: Su tradicional Concierto de Año Nuevo es el mayor
evento mundial para los amantes del Vals Vienés.

Para que aprecies la velocidad, la rotación y la increíble energía que definen al Vals
Vienés, aquí tienes un video que captura su esencia en la pista de baile:


El SWING AMERICANO: La alegría del jazz en la pista de baile

¡Prepárate para un viaje a la época dorada de las Big Bands! El Swing Americano no es
un solo baile, sino un género que abarca varios estilos de danza, todos nacidos del jazz y
llenos de una energía contagiosa y un espíritu de improvisación. Es el baile de la
libertad, la diversión y la pura felicidad.

La revolución musical de la era del jazz


El Swing nace en Estados Unidos en las décadas de 1920 y 1930, en el corazón del
renacimiento del jazz. Las Big Bands, con sus secciones de metales, su ritmo sincopado
y sus improvisaciones, se convirtieron en la banda sonora de una generación. El Swing
como baile fue la respuesta a esta música: una danza que reflejaba la alegría y la energía
de la época.
El Swing tiene raíces en el Charleston y otros bailes afroamericanos de principios del
siglo XX. Sin embargo, su evolución más importante ocurrió en el famoso salón de
baile Savoy Ballroom en Harlem, Nueva York. Allí, bailarines innovadores como
Frankie Manning y Norma Miller crearon y perfeccionaron un estilo que se adaptaba a
la perfección a la música de las Big Bands, un baile acrobático y lleno de flair que se
conocería como Lindy Hop.
Con el tiempo, el Lindy Hop dio origen a otros estilos más simples y comercializables,
como el East Coast Swing y el West Coast Swing. El Swing no es solo un baile, es un
género con una rica historia de innovación, improvisación y fusión cultural.

Ritmo sincopado y explosión de Big Bands


La música de Swing es una explosión de energía y síncopa. Se baila en un compás de
4/4 con un ritmo «swingueado», lo que significa que las notas no se tocan de forma
recta, sino con una sensación de rebote que le da al género su groove característico. El
tempo puede variar desde un ritmo lento y sensual hasta uno increíblemente rápido y
vertiginoso.
Los instrumentos clave de una orquesta de Swing son:
Sección de metales: Las trompetas y los trombones que tocan las melodías y los
riffs icónicos.
Sección de maderas: Saxofones y clarinetes que se unen a los metales para
crear armonías ricas y complejas.
Percusión (batería): La batería mantiene el ritmo constante con un bombo que
marca el pulso y platillos que añaden síncopa.
Piano y Bajo: Crean la base armónica, con un walking bass que es la firma del
género

El vaivén del rebote y la improvisación
El Swing es un baile de pareja lleno de movimiento. A diferencia de los bailes de salón
europeos, donde la postura es rígida, el Swing se baila con un cuerpo más relajado y un
balanceo o «rebote» constante que le da su energía.
Paso básico: En el estilo East Coast Swing, el paso básico es un «triple step»
(paso lateral en tres tiempos) seguido de un «rock step» (paso de atrás a
adelante). La cuenta es «uno-dos, tres-y-cuatro, cinco-seis».
El «bounce» o rebote: Es el movimiento que le da vida al Swing. Los bailarines
se balancean de arriba abajo con cada paso, lo que les permite estar listos para el
próximo movimiento y seguir la energía de la música.
Conexión y figuras: En el Swing, el agarre de la pareja es más abierto y
flexible. El líder (tradicionalmente el hombre) y la seguidora (tradicionalmente
la mujer) se comunican con el cuerpo y los brazos. Los giros y las figuras son
más enérgicos y dinámicos que en otros bailes, con movimientos que a menudo
se extienden y se retraen, creando un efecto elástico.


Músicas y artistas esenciales para empezar

Para que te sumerjas en la energía del Swing, te recomendamos estos clásicos que son perfectos para bailar:
«In The Mood» – Glenn Miller Orchestra: Un himno del Swing de Big Band,
con un ritmo irresistible y una melodía inolvidable.
«Sing, Sing, Sing» – Benny Goodman: Una de las piezas más energéticas del
género, perfecta para un baile rápido y lleno de flair.
«It Don’t Mean a Thing (If It Ain’t Got That Swing)» – Duke Ellington: Una
pieza con una letra que lo dice todo: si no tiene ese «swing», no vale la pena.
«A Tisket, A Tasket» – Ella Fitzgerald: Una pieza vocal que muestra el lado
más divertido y alegre del Swing.

Orquestas y artistas clave

Glenn Miller Orchestra: Con su sonido impecable, fueron una de las bandas
más populares de la era del Swing.
Benny Goodman: «El Rey del Swing». Su orquesta llevó el jazz a los grandes
salones de baile y lo popularizó en todo el país.
Duke Ellington: Un genio de la composición y la orquestación. Su música es
sinónimo de elegancia y sofisticación en el jazz y el Swing.
Count Basie: Un maestro del ritmo y la improvisación. Su banda es un pilar del
Swing.

Para que veas la increíble energía, la diversión y la improvisación que definen al Swing,
aquí tienes un video que captura la esencia del baile en su forma más pura:


El PASODOBLE: La elegancia dramática del ruedo

¡Prepárate para un estallido de pasión, drama y orgullo! El Pasodoble no es un simple
baile; es una historia en movimiento, una coreografía de la batalla en el ruedo. Con cada
paso, los bailarines encarnan el poderoso y orgulloso matador y la elegante y fluida
capa. Es un baile que te exige postura, carácter y una conexión dramática, no solo con
tu pareja, sino con la música que te transporta a la arena.

Del ruedo taurino a los salones de baile europeos


El Pasodoble, que literalmente significa «doble paso», tiene sus raíces más profundas en
la música y la tradición de España. Nació como una marcha militar, pero fue en el
mundo de la tauromaquia donde encontró su verdadera identidad. La música de
Pasodoble se tocaba tradicionalmente para anunciar la entrada de los toreros a la plaza
de toros y durante las fases más dramáticas de la faena.
A pesar de sus orígenes españoles, el Pasodoble como baile de salón fue codificado y
popularizado en Francia, a principios del siglo XX. Los coreógrafos franceses tomaron
la esencia dramática y la narrativa de la corrida de toros y la adaptaron a la pista de
baile, creando las figuras y las reglas que hoy conocemos. Esta «versión francesa» se
extendió por todo el mundo, convirtiéndose en un estándar de los bailes de salón
internacionales, un género que es sinónimo de dramatismo y fuerza.

La estructura que cuenta una historia


La música del Pasodoble es inconfundible y está llena de dramatismo. Se caracteriza por
un compás de 2/4 y un ritmo de marcha, que evoca la solemnidad y la tensión de la
corrida. Lo que hace única a la música del Pasodoble es su clara estructura, que los
bailarines deben conocer para interpretar la historia.
Una pieza de Pasodoble típica se divide en tres partes distintas:
La Introducción: Un estallido inicial, a menudo una fanfarria de trompetas, que
marca el comienzo del drama.
La Primera Parte (Tema del Matador): Una sección más melódica y rítmica
que representa al torero entrando en el ruedo.
El Interludio (Tema de la Suerte): Una sección más suave y a menudo más
lenta que crea una pausa dramática antes del clímax.
La Segunda Parte (Tema de la Suerte): El tema más reconocido y dramático
de toda la pieza. Es el momento en que la música alcanza su punto álgido, una
señal para los bailarines de realizar una figura impactante y climática.
La Coda o Final: La culminación del drama, con un ritmo poderoso que cierra
la pieza.
La orquestación es clave: las trompetas y los trombones crean las fanfarrias, los
tambores y cajas simulan la marcha militar, mientras que las cuerdas añaden la
elegancia y la tensión.

Fuerza, orgullo y un drama sin igual


El Pasodoble es un baile que se enfoca en la postura y la interpretación. Los bailarines
no se mueven al ritmo de un paso básico constante, sino que se mueven a través del
espacio con un propósito narrativo, marcando la música con pasos potentes y figuras
estilizadas.
Los roles del baile: El líder (tradicionalmente el hombre) es el matador. Su
postura es erguida, orgullosa y dominante, con los hombros hacia atrás y la
espalda recta. La seguidora (tradicionalmente la mujer) no es la pareja, sino la
capa. Sus movimientos son fluidos, dramáticos y elegantes, con pasos que
simulan la ondulación de la capa en el viento. En ocasiones, la mujer puede
tomar el rol del toro, con movimientos más fuertes y confrontacionales.
El paso básico: El Pasodoble se basa en un paso de marcha en el lugar o en
movimiento. Los bailarines dan un paso en cada tiempo, con el peso siempre en
la punta del pie, lo que crea una sensación de energía lista para explotar. En cada
paso se enfatiza un movimiento de cadera y una sensación de «golpe de talón»
que le da al baile su característico «estilo español».
Figuras y narrativa: Las figuras del Pasodoble no son aleatorias. Tienen
nombres que reflejan el léxico de la tauromaquia, como el Apel (un golpe de pie
que simula un pisotón del matador para atraer al toro) o la Chassez Cape (que
imita el movimiento de la capa). Cada figura está diseñada para contar una parte
de la historia.


Músicas y artistas esenciales para empezar

Para que te empapes del Pasodoble, te recomendamos estas piezas clásicas:


«España Cañí» – Pascual Marquina Narro: Un himno indiscutible del género.
Es la canción que se asocia más con el Pasodoble y su segunda parte es un
clímax dramático para cualquier bailarín.
«El Gato Montés» – Manuel Penella Moreno: Una pieza operística que ha
sido adaptada para el Pasodoble. Es una de las más populares y dramáticas.
«Suspiros de España» – Antonio Álvarez Alonso: Una pieza muy conocida y
romántica que muestra el lado más melódico del género.

Compositores y orquestas clave

Pascual Marquina Narro: El compositor de «España Cañí». Su obra es el pilar
de la música de Pasodoble.
Ricardo Dorado Janeiro: Otro compositor español que ha creado piezas
magistrales de Pasodoble.
Bandas Militares y Orquestas Sinfónicas: El Pasodoble no pertenece a un
artista individual, sino que es interpretado por bandas y orquestas que son
capaces de capturar la majestuosidad de su sonido.


Para que aprecies la fuerza, la postura y el drama del Pasodoble, aquí tienes un video
que captura la esencia del baile en su forma más pura y profesional. Fíjate en la
conexión de la pareja y la interpretación de cada figura con la música:


El FOXTROT: El paseo elegante por el salón

¡Bienvenidos a la sofisticación de la era del jazz! El Foxtrot es la personificación de la
gracia y la elegancia. Es un baile que se siente como caminar sobre las nubes, con un
movimiento suave, un ritmo relajado y una fluidez que lo diferencia de cualquier otro
baile de salón. Su nombre, que significa «paso de zorro», evoca la imagen de un
movimiento astuto y fluido.

La evolución del jazz a la pista de baile


El Foxtrot nace en Estados Unidos alrededor de 1914, gracias al actor y artista de
vodevil Harry Fox. En un principio, Fox presentaba un baile con pasos rápidos y
cortos, que llamaba «Fox’s Trot», para acompañar las animadas melodías del ragtime.
Este baile, con el tiempo, se fusionó con los ritmos del jazz temprano, evolucionando
hacia un estilo más suave y fluido.
La verdadera popularización del Foxtrot ocurrió en la década de 1920. El baile se
adaptó a las orquestas de jazz de la época, que tocaban a un tempo más lento y
sostenido. Esta cadencia más pausada permitió a los bailarines explorar un movimiento
de progresión más elegante y un desplazamiento fluido por el salón, lo que lo convirtió
en el baile social más popular de su tiempo. Fue la respuesta a la necesidad de un baile
que pudiera llenar grandes espacios sin la constante rotación del Vals o los saltos del
Charleston. En su evolución, se han distinguido dos estilos principales:
El Foxtrot Americano (Social Foxtrot): Una versión más relajada y sencilla,
enfocada en los bailes sociales. Se caracteriza por un agarre más abierto y un
mayor énfasis en la improvisación y la comodidad de la pareja.
El Foxtrot Internacional (Foxtrot de Salón): La versión codificada para
competiciones. Requiere una postura más formal, un agarre cerrado y un estricto
control técnico. Es conocido por sus pasos complejos y sus movimientos de
progresión continuos alrededor del salón.

Ritmo relajado en compás de 4/4


La música del Foxtrot es ideal para un baile elegante y fluido. Se caracteriza por un
compás de 4/4 con un tempo moderado a lento. Su ritmo es muy reconocible, con una
cuenta de «lento-lento-rápido-rápido», que le da al baile su característico «paseo». Un
paso «lento» dura dos tiempos del compás, mientras que un paso «rápido» dura solo uno.
Esta combinación de tiempos asimétricos es lo que le da al Foxtrot su fluidez única,
permitiendo a los bailarines deslizarse por el salón.
Los instrumentos principales que le dan su sonido característico son:
Sección de vientos: Los saxofones, clarinetes y trompetas tocan las melodías
dulces y fluidas que son la esencia del género. Los arreglos son a menudo suaves
y melodiosos, sin los acentos fuertes de los bailes latinos.
Piano y Bajo: Crean la base armónica, con un groove relajado que marca el
pulso de la música. El contrabajo a menudo usa un estilo «walking bass» que
guía el movimiento de progresión de los bailarines.
Batería: La batería mantiene el ritmo constante con un toque ligero y
sofisticado, sin la energía explosiva de la Salsa o el Swing.

Caminar, deslizarse y la postura impecable


El baile del Foxtrot se enfoca en el movimiento de progresión, la postura elegante y la
fluidez. A diferencia de otros bailes, donde los pies se levantan, en el Foxtrot se simula
un «deslizamiento» o un «arrastre» de un pie al otro.
La Postura y el Marco: La postura es fundamental. Los bailarines deben
mantener una posición erguida y elegante, con la espalda recta, los hombros
hacia atrás y la barbilla ligeramente levantada. El marco de los brazos debe ser
firme y estable, como si la pareja fuera una sola unidad. Es a través de este
marco que el líder (tradicionalmente el hombre) guía a la seguidora
(tradicionalmente la mujer), y no a través de una guía brusca.
El Paso Básico: El paso fundamental del Foxtrot es un paseo. Se cuenta como
«lento-lento-rápido-rápido» o «uno-dos, tres-y-cuatro». La progresión de los
pasos lentos crea una sensación de avance suave, mientras que los pasos rápidos
se usan para los giros o para cambiar de dirección.
El Deslizamiento: La elegancia del baile reside en el movimiento de los pies.
Los bailarines no levantan los pies al caminar; en su lugar, se deslizan o
arrastran por el piso. Esto crea una sensación de flotación que es la firma del
Foxtrot.
Figuras Clave: Algunas de las figuras más emblemáticas son el Feather Step
(paso de pluma), que simula la ligereza de una pluma, y el Reverse Turn (giro a
la izquierda), que permite a la pareja navegar el salón con elegancia. Estas
figuras están diseñadas para mantener un movimiento suave y continuo, sin
interrupciones.


Músicas y artistas esenciales para empezar

Para que te sumerjas en la atmósfera de este baile, te recomiendo estas piezas, perfectas
para practicar:
«Fly Me To The Moon» – Frank Sinatra: Un clásico atemporal con un ritmo
perfecto para el Foxtrot. La interpretación de Sinatra es sinónimo de la elegancia
del género.
«Cheek to Cheek» – Fred Astaire y Ginger Rogers: Un himno del cine musical
que captura la esencia del Foxtrot. Su melodía y ritmo son perfectos para sentir el swing del baile.
«New York, New York» – Frank Sinatra: Un himno con un ritmo ideal para el
Foxtrot.
«L.O.V.E.» – Nat King Cole: Una pieza dulce y romántica con un ritmo de
Foxtrot perfecto para principiantes.

Orquestas y artistas clave

Harry Fox: El creador del Foxtrot. Su visión y sus movimientos sentaron las
bases para lo que vendría después.
Frank Sinatra y Nat King Cole: Sus voces y sus arreglos orquestales son
perfectos para el Foxtrot.
Fred Astaire: Un genio del cine musical y un maestro del Foxtrot. Sus
coreografías con Ginger Rogers son una clase magistral de elegancia y fluidez.
Big Bands de la Era del Swing: Orquestas como las de Glenn Miller y
Tommy Dorsey tienen muchas piezas que, aunque son consideradas Swing, se
pueden adaptar perfectamente al ritmo del Foxtrot.

Para que aprecies la gracia, la fluidez y la elegancia que definen al Foxtrot, aquí tienes
un video que captura el «paseo» por el salón y la belleza del baile en su forma más pura:


La RUMBA BOLERO: El baile del corazón y el romance

¡Bienvenidos al ritmo más sensual y apasionado de los bailes de salón! La Rumba
Bolero, a menudo llamada simplemente «Rumba», no es la rumba africana o cubana; es
una versión estilizada y más lenta que se enfoca en el romance y la conexión. Es el
«baile del corazón», una narrativa de amor y deseo que se cuenta en cada paso. Su
belleza reside en la forma en que el líder (tradicionalmente el hombre) y la seguidora
(tradicionalmente la mujer) se comunican, se seducen y se alejan, creando un drama sin
palabras.

La evolución del amor en la pista


La Rumba Bolero tiene sus raíces en el Bolero Cubano, un género musical del siglo
XIX conocido por sus letras románticas y su tempo lento. A medida que el bolero se
expandió a México y al resto de América Latina, se fusionó con otros ritmos, dando
lugar a una música que era perfecta para el romance.
A principios del siglo XX, esta música llegó a Estados Unidos, y fue en los salones de
baile donde se adaptó y se estilizó para convertirse en la Rumba de salón que
conocemos hoy. Los coreógrafos tomaron la esencia sensual de la Rumba Cubana
original, pero la ralentizaron, eliminaron la percusión compleja y la convirtieron en un
baile de salón más suave y elegante. Así, se creó un baile que era accesible y
sofisticado, perfecto para el ambiente de los grandes salones de baile.


Actualmente, existen dos versiones principales:
La Rumba Americana (o Rumba de Salón): Se baila en un ritmo más
cuadrado, con pasos que se mueven de forma lateral y hacia adelante.
La Rumba Internacional (o Rumba Latina): La versión más popular en
competiciones. Se caracteriza por un movimiento de caderas mucho más
pronunciado y por un énfasis en el movimiento del cuerpo, lo que le da una
sensualidad única.

Ritmo de amor en compás de 4/4


La música de la Rumba Bolero es lenta, suave y melódica. Se caracteriza por un
compás de 4/4 con un ritmo «lento-rápido-rápido». La cuenta del baile es «uno-dos-tres
cuatro», donde el primer tiempo es el más largo y se usa para el movimiento más
sensual y dramático. A diferencia de otros ritmos latinos, la percusión es más suave y el
énfasis se pone en la melodía romántica.
Los instrumentos principales que le dan su sonido característico son:
Piano: El piano proporciona la armonía y a menudo marca el primer tiempo con
un acorde claro.
Maracas y Clave: Aportan un ritmo sutil y constante que guía a los bailarines
sin ser abrumador.
Guitarra: La guitarra, especialmente en la música bolero, proporciona melodías
ricas y nostálgicas.
Vientos y cuerdas: La sección de vientos y cuerdas añade un toque romántico y
melódico, creando una atmósfera de ensueño.

La narrativa del corazón y la cadera


El baile de la Rumba Bolero es una clase magistral de sensualidad controlada y
comunicación no verbal. Se baila en una posición de abrazo más abierta que el Tango,
pero con una conexión firme a través de los brazos y el torso.
El movimiento de cadera: La cadera es la protagonista de la Rumba. El
movimiento se crea a partir de la transferencia de peso de un pie al otro. Al dar
un paso, la cadera se mueve hacia el pie que tiene el peso, creando un
movimiento circular o lateral que le da al baile su sabor inconfundible. Este
movimiento es el que le da a la rumba su reputación de ser el baile más sensual
de los bailes de salón.
Paso básico: El paso fundamental de la Rumba es un movimiento de «caja» que
se cuenta como «lento-rápido-rápido» o «uno-dos-tres» con una pausa en el
cuarto tiempo. El paso lento se da al transferir el peso, mientras que los pasos
rápidos se usan para los movimientos de progresión o los giros.
El Drama y el Romance: La Rumba no se trata solo de los pasos, sino de la
interpretación. Las figuras, como el Cucaracha, el New York o el Cuban Rock,
están diseñadas para contar una historia. La pareja se acerca y se aleja, coquetea,
se evade y se reencuentra, todo sin decir una palabra. La rumba es una
coreografía de la seducción.


Músicas y artistas esenciales para empezar

Para que te sumerjas en la atmósfera de este baile, te recomendamos estas piezas, perfectas
para practicar:
«Sway» – Dean Martin: Un clásico atemporal que es perfecto para el Bolero.
«Bésame Mucho» – Consuelo Velázquez: Un himno del bolero que ha sido
interpretado por innumerables artistas, pero su versión de Luis Miguel es ideal para la Rumba Bolero.
«Quizás, Quizás, Quizás» – Nat King Cole: Una pieza romántica y suave que
es la esencia del bolero.
«The Look of Love» – Dusty Springfield: Una pieza clásica que ha sido
adaptada al ritmo de la Rumba.

Orquestas y artistas clave

Los Panchos: Un trío vocal que popularizó el bolero en toda América Latina.
Tito Puente y Orquesta: Aunque son conocidos por la Salsa, tienen muchas
piezas de Rumba y Bolero que son perfectas para bailar.
Nat King Cole y Frank Sinatra: Sus interpretaciones de boleros y canciones de amor son perfectas para la Rumba.
Andrea Bocelli y Ricardo Montaner: Artistas modernos que han mantenido
vivo el género del bolero con sus interpretaciones.

Para que aprecies la sensualidad, la conexión y el drama de la Rumba Bolero, aquí
tienes un video que captura la esencia del baile en su forma más pura:


El LINDY HOP: El abuelo de todos los bailes Swing

¡Prepárate para un estallido de energía, diversión y un rebote contagioso! El Lindy Hop
es el padre de todos los bailes Swing. Nacido en los salones de baile de Harlem, Nueva
York, este baile es la personificación del jazz. Es un baile social, lleno de improvisación
y una conexión elástica con tu pareja. Si alguna vez has querido sentir la música y bailar
con todo tu cuerpo, el Lindy Hop te ofrece la oportunidad perfecta para hacerlo.

La revolución de un salón de baile en Harlem


El Lindy Hop nace a finales de la década de 1920 en el corazón de Harlem, Nueva
York, en el icónico Savoy Ballroom. En este legendario salón de baile, donde la música
de las Big Bands llenaba el aire, los bailarines afroamericanos comenzaron a fusionar
pasos del Charleston y otros bailes de la época con movimientos más fluidos y
acrobáticos. La clave de su innovación fue la creación de una «posición abierta», lo que
permitía a la pareja separarse y volver a unirse, creando un efecto de elástico y un
espacio para la improvisación.
El nombre del baile, «Lindy Hop», se dice que se originó en 1927 en honor al «salto» de
Charles Lindbergh a través del Atlántico (en inglés, «Lindbergh’s hop»). El baile se hizo
popular en todo el mundo gracias a películas de Hollywood y a los tours de los grandes
bailarines de la época. Figuras como Frankie Manning y Norma Miller
perfeccionaron las acrobacias aéreas y la fluidez del baile, convirtiéndolo en un
fenómeno. El Lindy Hop declinó después de la Segunda Guerra Mundial, pero fue
rescatado y revivido en la década de 1980 en Europa y en Estados Unidos, lo que lo ha
convertido en un movimiento global de baile y cultura.

Ritmo sincopado y explosión de Big Bands


La música del Lindy Hop es una explosión de energía y síncopa. Se baila en un compás
de 4/4 con un ritmo «swingueado», lo que significa que las notas no se tocan de forma
recta, sino con una sensación de rebote y un pulso que enfatiza los tiempos 2 y 4. El
tempo puede variar de lento y sensual a rápido y vertiginoso, lo que exige versatilidad
del bailarín. La música es para bailar, y la energía de la orquesta se refleja en el
movimiento de los cuerpos.
Los instrumentos clave de una orquesta de Swing son:
La sección de metales: Las trompetas, trombones y saxofones tocan las
melodías icónicas, los riffs y las llamadas de «call-and-response» a las que los
bailarines responden.
La sección rítmica: La batería, el contrabajo y el piano crean la base rítmica. El
contrabajo a menudo usa un walking bass que guía el movimiento, mientras que
la batería mantiene el pulso y añade síncopa.

El rebote, la improvisación y el «Swing Out»


El Lindy Hop es un baile de pareja lleno de movimiento. A diferencia de los bailes de
salón, donde la postura es más rígida, el Lindy se baila con un cuerpo más relajado y un
balanceo o «rebote» constante, que es el corazón del baile.
El «bounce» o rebote: Es el movimiento que le da vida al Lindy Hop. Los
bailarines se balancean de arriba abajo con cada paso, lo que les permite estar
listos para el próximo movimiento y seguir la energía de la música.
El «Swing Out»: Esta es la figura más icónica del Lindy Hop. Es una secuencia
de 8 tiempos donde la pareja pasa de una posición cerrada a una abierta y luego
vuelve a la cerrada. Es la base de la mayoría de las improvisaciones y figuras del
Lindy.
La improvisación: La esencia del Lindy Hop es la improvisación. La pareja no
sigue una rutina memorizada. El líder (tradicionalmente el hombre) propone un
movimiento, y la seguidora (tradicionalmente la mujer) reacciona y responde.
Los bailarines se comunican con el cuerpo, el swing y la música.
Acrobacias Aéreas: El Lindy Hop es famoso por sus «aéreos», que son
levantamientos, giros y volteretas de la pareja. Aunque son espectaculares, son
movimientos avanzados que no se realizan en el baile social, sino en
espectáculos o competiciones.


Músicas y artistas esenciales para empezar

Para que te sumerjas en la energía del Swing, te recomendamos estos clásicos que son perfectos para bailar:


«Sing, Sing, Sing» – Benny Goodman: Una de las piezas más energéticas del
género, perfecta para un baile rápido y lleno de flair.
«One O’Clock Jump» – Count Basie: Un clásico con un ritmo constante que te
hace querer mover los pies desde la primera nota.
«It Don’t Mean a Thing (If It Ain’t Got That Swing)» – Duke Ellington: Una
pieza con una letra que lo dice todo: si no tiene ese «swing», no vale la pena.
«Stompin’ at the Savoy» – Chick Webb: Un himno del Savoy Ballroom, con
un ritmo que te transporta al corazón del baile.

Orquestas y artistas clave

Frankie Manning y Norma Miller: Considerados los «grandes» del Lindy Hop.
Su creatividad y su carisma ayudaron a definir y popularizar el baile.
Count Basie y Duke Ellington: Dos genios de la composición y la
orquestación, sus Big Bands son sinónimo del sonido del Swing.
Ella Fitzgerald y Louis Armstrong: Dos de los vocalistas más importantes del
jazz, cuyas interpretaciones vocales llenas de scat y swing son perfectas para
bailar.

Para que veas la increíble energía, la diversión y la improvisación que definen al Lindy
Hop, aquí tienes un video que captura la esencia del baile en su forma más pura y social:


El Tango

Abrazo, elegancia y pura emoción


. Considerado «un pensamiento triste que se baila» , el tango es un diálogo íntimo que ha enamorado al mundo entero


. Aprenderás a conectar con tu pareja a través del abrazo


, a interpretar la música con el cuerpo y a moverte con una sensualidad que no encontrarás en ningún otro baile


. Es un baile que te apasiona, te estremece y te permite descubrir una nueva forma de comunicación. Si buscas una experiencia profunda que combine técnica y sentimiento, el tango te está esperando

El TANGO: La pasión y el lamento del arrabal

¡Qué gran honor sumergirnos en el alma del Tango, uno de los bailes más profundos,
complejos y emotivos que existen! Agradecemos la oportunidad de extendernos en este
tema, porque el Tango no es solo un baile; es una expresión de la identidad de un
pueblo, una filosofía de vida y una de las contribuciones más significativas de América
Latina al mundo. Es una historia de inmigración, melancolía y una pasión que arde en
cada abrazo.

El crisol de culturas en el Río de la Plata


El Tango nace a finales del siglo XIX, en los barrios marginales y los puertos de
Buenos Aires, Argentina, y Montevideo, Uruguay. Su cuna es un verdadero crisol de
culturas. Los protagonistas de su creación no fueron ni la élite ni la alta sociedad, sino la
gente del común:
Los inmigrantes europeos: Principalmente de España, Italia, Francia y
Alemania, que llegaban al nuevo mundo llenos de sueños y esperanzas, pero
también de nostalgia y melancolía por la tierra que dejaron. Ellos trajeron
consigo la música de sus países, como las habaneras y las marchas militares.
Los afro-argentinos y afro-uruguayos: Su aporte fue fundamental,
especialmente en la percusión. Ritmos como el «candombe» se fusionaron con
las melodías europeas, creando una base rítmica única.
El «gaucho» criollo: El hombre de campo que, al migrar a la ciudad, trajo su
estilo de vida y su música folclórica, como la milonga y la payada, que
influyeron en las primeras letras y melodías del tango.
En sus inicios, el tango era un baile improvisado y furtivo, practicado en burdeles,
conventillos (casas compartidas por inmigrantes) y cafés. Era un baile de hombres, que
practicaban entre ellos en el patio de las casas a la espera de poder bailar con una mujer,
una práctica que explica por qué el rol de la mujer es tan reactivo y fluido. La sociedad
de la época lo consideraba vulgar y pecaminoso, pero su popularidad era imparable.

El tango ha pasado por varias etapas de evolución, cada una con su propio estilo y
sonido:

La Guardia Vieja (1895-1925): El tango era principalmente instrumental y se
tocaba en la calle, con flauta, violín, guitarra y, más tarde, el bandoneón. Las
letras eran picantes y las melodías tenían un toque más festivo. Es la era del
tango primitivo, crudo y lleno de vida.
La Guardia Nueva (1925-1955): La Edad de Oro del Tango. El género se
vuelve más sofisticado. Las orquestas crecen en tamaño y complejidad. Las
letras se vuelven más poéticas, melancólicas y profundas, reflejando el desamor,
la pérdida y la vida en la ciudad. Es la era de figuras legendarias como Carlos
Gardel, el ícono del tango-canción.
El Nuevo Tango (1955-1983): Con el declive del tango social, Astor Piazzolla
revoluciona el género. Él lo fusiona con el jazz, la música clásica y el folclore,
creando un tango más orquestal, sinfónico y experimental. Aunque no era tan
bailable, el «Tango Nuevo» le dio al género una nueva vida y lo llevó a los
grandes escenarios del mundo.
El Tango Electrónico y Contemporáneo: A partir de los años 90, el tango se
fusiona con ritmos electrónicos, como lo hace el grupo Gotan Project. Esto lo
acerca a las nuevas generaciones y lo proyecta a una nueva dimensión,
manteniendo su esencia dramática y melancólica.

La música del Tango es inconfundible. Su tempo puede variar de lento y nostálgico a
rápido y enérgico, pero siempre mantiene un ritmo característico de síncopa y
acentuación dramática. El sonido es oscuro, rico y lleno de emoción.
Los instrumentos que le dan su sonido característico son:
El Bandoneón: Este es el alma del Tango. Un instrumento de fuelle similar a un
acordeón, pero con un sonido único, melancólico y profundo, que evoca el
lamento y la pasión del género.
Piano: El piano proporciona la armonía y a menudo acentúa el ritmo con un
sonido percusivo, marcando los pasos de los bailarines.
Contrabajo y cuerdas: Un contrabajo y una sección de violines le dan al tango
una base rítmica sólida y una melodía dramática y fluida, que a menudo simula
una conversación apasionada.

El Tango es un baile de abrazo, de cercanía y de improvisación.

La técnica no se trata
de memorizar figuras, sino de entender la conexión y la comunicación no verbal.
El Abrazo: Este es el elemento más importante del Tango. La pareja se abraza
en una posición abierta o cerrada, y la comunicación fluye a través de esta
conexión. El líder (tradicionalmente el hombre) guía con el torso y el peso, no
con los brazos.
La Caminata: La esencia del Tango es la caminata. Los bailarines caminan de
forma elegante y cadenciosa, con los pasos lentos y controlados, y el peso
siempre en la punta del pie, lo que crea una sensación de preparación para el
próximo movimiento.
Estilos de Baile:
.Tango Salón (o de milonga): El estilo más popular y social. Se baila en
un abrazo cerrado y se enfoca en la elegancia de la caminata, la fluidez y
la musicalidad.
.Tango de Escenario (o de fantasía): Un estilo coreografiado para
espectáculos. Incluye movimientos más dramáticos, acrobacias,
levantamientos y una expresión más teatral.
.Tango Nuevo: Se caracteriza por su fluidez y sus figuras más angulares
y geométricas. Se baila con música de Piazzolla y con influencias del
jazz y la música contemporánea.
. Tango de Canyengue: El estilo más antiguo. Se baila con un abrazo
apretado y una postura más relajada, con los pies más cerca del suelo y
un movimiento de cadera más acentuado.


Personajes Famosos e Influencias Duraderas

El Tango no sería lo que es sin sus genios musicales y sus figuras icónicas.


Carlos Gardel: El máximo exponente del tango-canción. Su voz, su carisma y
sus letras nostálgicas lo convirtieron en un mito.
Astor Piazzolla: El revolucionario del tango. Su música, compleja y llena de
contrastes, le dio una nueva vida y la llevó a las salas de concierto más
prestigiosas del mundo.
Aníbal Troilo «Pichuco»: Uno de los maestros del bandoneón y director de
orquesta. Su música es sinónimo de la época dorada del tango.
Osvaldo Pugliese: Con su estilo dramático y percusivo, su orquesta es una de
las más reconocidas y bailables.
Gotan Project: Un grupo franco-argentino que ha llevado el tango a una nueva dimensión, fusionándolo con la electrónica y el chill-out.

Para que aprecies la intimidad, la elegancia y la pasión del Tango, aquí tienes un video
que captura la esencia del baile en su forma más pura y profesional. Fíjate en la
conexión de la pareja y la interpretación de cada figura con la música:


EL ABRAZO

El abrazo en el tango no es un simple sostén. Es la esencia, el universo y la única
realidad de la danza. No es una postura, sino un acto de fe. Es la piel que se hace puente
para que la energía de dos almas navegue en la marea de la música.
Desde la mirada del técnico, coreógrafo y bailarín, el abrazo es una construcción. Se
arma desde la quietud de los pies, sube por las rodillas que respiran juntas, se erige en
una columna vertebral erguida, sin rigidez. Es una estructura que se cierra en el pecho,
pero que se abre al alma. En esa contención, el hombre no oprime, sino que propone; la
mujer no se somete, sino que acepta. Es un diálogo de fuerzas elásticas, de tensiones
que se dan y se quitan en un pulso constante.
Pero desde la emoción y la sensibilidad, el abrazo es mucho más. Es una alegoría al
origen de la vida. Es el instante en que dos extraños se reconocen. Es un santuario de
dos metros cuadrados en el que el mundo exterior se disuelve, las preocupaciones se
evaporan y el tiempo deja de existir. En ese abrazo, cada cuerpo se vuelve un eco del
otro. El pecho del hombre, que es a la vez brújula y refugio, se hace eco del corazón de
la mujer. Sus respiraciones se acompasan hasta que ya no sabes quién inspira y quién
exhala.
Es la entrega total. Es el riesgo de la vulnerabilidad. En el tango, el primer paso no se da
con los pies, sino con la confianza de ceder tu peso, de ser sostenido y de sostener. El
abrazo es el espejo del alma, donde cada miedo, cada alegría, cada anhelo, se transmite
sin palabras. Es una conversación muda de caderas que se insinúan, de espaldas que se
curvan en una complicidad secreta.
Ahí, en ese espacio sagrado, la energía fluye. El duende se desata. La tristeza de un
bandoneón se siente en un paso lento, y la alegría de un violín se desliza en un gancho
inesperado. Es una danza que no se baila con los pies, sino con las entrañas.
El abrazo es, en su máxima expresión, la manifestación de la vida en el cuerpo. Es el
lamento del bandoneón que se hace movimiento en un vaivén de caderas. Es la pasión
del tango que se funde en un único ser, para luego, al final de la tanda, separarse en un
adiós que ya anuncia el próximo encuentro.


¿Ya has encontrado tu ritmo?